Diferencias entre el running de asfalto y el trail running

Running vs Trail

Cuando salimos a correr por calles, avenidas, asfalto o pistas tenemos frente a nosotros recorridos con mayor o menor inclinación y lisos, normalmente nos hayamos cerca a una vía de tránsito de vehículos o de personas; ésta es la principal diferencia con hacer trail-running por la montaña; allí en la montaña corremos por sendas, con zonas de difícil pisada, desniveles mucho más exigentes, bajadas difíciles de controlar y sobre todo…en zonas que no hay ese tránsito de personas y menos de vehículos. Por ello deberemos extremar nuestra atención y preparación a la hora de hacer esta actividad.

Otra diferencia que encontramos es el ritmo; mientras que en un recorrido liso hacemos 5, 10, 15 o 20km, nuestro esfuerzo es aeróbico, lo cual podemos ir a un ritmo fijo sobre el 60-70% de nuestras posibilidades, con progresión aumentando el ritmo o bajándolo si nos vemos cansando; en cambio en el trail-runnig haremos muchos cambios de ritmo, subidas, bajadas, terrenos técnicos y abruptos, evitando obstáculos como árboles o piedras, ahora corre, ahora anda y hasta salta; subidas exigentes que nos llevarán a hacer un esfuerzo anaeróbico pudiendo llegar en algún momento casi al 100% de nuestra capacidad.

Caídas

Como ya podemos imaginar mientras que entrenar en nuestra ciudad o localidad nos permite tener cerca a alguien a quien pedir ayuda, llamar y que vengan a recogernos si nos hemos caído, pedir hasta un poco de agua si tenemos sed, o coger un taxi para volver a casa; cuando salgamos a la montaña, no tenemos ni taxi ni autobús ni coche del vecino o familiar que venga a por nosotros, las posibilidades de caernos es de 1000 veces más que en el asfalto, y otras tantas de hacernos daño o lesionarnos, y ¿qué hacemos si sufrimos un accidente o lesión? 

Correr de noche

¿Qué ocurre si nos hemos caído y no podemos regresar? Pues que tenemos que seguir hasta llegar a un sitio donde nos puedan socorrer, aunque para ello tengamos que ir muy poco a poco, pero claro si vamos tan poco a poco, se nos puede hacer de noche? Afirmativo, y con la noche la oscuridad, el frio, el cansancio y la sed, se complica todo mucho más de lo que ya teníamos.

Consejos

Por ello hay que tener en cuenta algunos consejos; el primero será ir en grupo mínimo de tres, así en el caso de una caída uno se puede quedar atendiendo al herido mientras otra persona va a pedir ayuda, o a buscar un sitio donde tener cobertura en el móvil. Llevar el móvil cargado y con datos, si vamos solos activar la ubicación en tiempo real para que un familiar nos pueda seguir por dónde vamos; si corremos el riesgo de perdernos, de tener un accidente y que se nos pueda hacer de noche, tendremos que llevar frontal y manta térmica.

Por supuesto siempre con calzado y ropa adecuada, pero además hay que tener en cuenta qué vamos a hacer y si puede que necesitemos más material, como un poncho por si se pone a llover, bastones para repartir el cansancio y el esfuerzo, etc…, complementos que nos ayudarán a garantizar una seguridad y tranquilidad para nuestra salida a la montaña.

Rescate

El problema será cuando nos llegue la reclamación del coste del rescate; y ¿cuánto cuesta un rescate? Pues va desde los 300 euros de un rescate a pie, hasta los 8000 euros de un rescate en helicóptero, sí 8000 euros; es entonces cuando desearemos que nos hubiesen comido un oso en la montaña.